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Baile nocturno
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Baile nocturno
Recuerdo del primer mensaje :
Se sentía simplemente un ridículo, no sabía porque se había comprado ese disfraz... la invitación decía "baile de halloween" así que se compró un disfraz de vampiro, colmillos una capara y un antifaz, las chicas que atendían en lugar hostigaban a Sebastian para que se comprara eso pues aseguraban que se veía bien pero se miraba en el espejo y sólo veía a un idiota disfrazado, soltó un suspiro tan fatídico que fácilmente se podía escuchar en la casa de sus vecinos.
Miró el reloj y notó lo tarde que se le hacía.- oder Scheiße (oh ****).- Tomó su billetera celular guardándolo en ese entallado pantalón negro y se quitó el antifaz, no tenía planeado salir a la calle con eso, simplemente tenía los colmillos y la capa extendida en su mano, olía a loción masculina y su camisa blanca tan elegante como sólo él enmarcaba su atractivo torso.
Salió de la casa y tomó su auto, lo había mandado al auto lavado para que todo quedara perfecto para aquella noche, tenía una rosas rojas y una que otra negra para adornar aquel ramo, se aventuró a conducir al templo para recoger a Hyou, estaba algo nervioso por lo que Hyou pudiese decir.
Se sentía simplemente un ridículo, no sabía porque se había comprado ese disfraz... la invitación decía "baile de halloween" así que se compró un disfraz de vampiro, colmillos una capara y un antifaz, las chicas que atendían en lugar hostigaban a Sebastian para que se comprara eso pues aseguraban que se veía bien pero se miraba en el espejo y sólo veía a un idiota disfrazado, soltó un suspiro tan fatídico que fácilmente se podía escuchar en la casa de sus vecinos.
Miró el reloj y notó lo tarde que se le hacía.- oder Scheiße (oh ****).- Tomó su billetera celular guardándolo en ese entallado pantalón negro y se quitó el antifaz, no tenía planeado salir a la calle con eso, simplemente tenía los colmillos y la capa extendida en su mano, olía a loción masculina y su camisa blanca tan elegante como sólo él enmarcaba su atractivo torso.
Salió de la casa y tomó su auto, lo había mandado al auto lavado para que todo quedara perfecto para aquella noche, tenía una rosas rojas y una que otra negra para adornar aquel ramo, se aventuró a conducir al templo para recoger a Hyou, estaba algo nervioso por lo que Hyou pudiese decir.
Invitado- Invitado
Re: Baile nocturno
Las palabras de Sebastian tan solo provocaban más dudas en el menor, quien detuvo sus pasos de baile cuando el moreno así lo quiso. La duda y la curiosidad lo hicieron seguir a su pareja para que de esta forma pudiesen hablar más tranquilamente. Sus ojos dorados observaban los movimientos del dragón, indagando en la tristeza que lo poco que había mencionado y posiblemente lo que estaba a punto de decirle ocasionaban en su persona. Nunca había visto al mayor de esa manera, le resultaba un poco difícil.
La joven pantera tomó asiento en la mesa que el mayor había elegido para ambos, cuidando que la bata negra quedase bien posicionada en la silla. No apartó la vista en ningún momento mientras su pareja preparaba las palabras que usaría a continuación. Le fue imposible la sorpresa que le causó la primera revelación, esas cicatrices eran el resultado de un severo maltrato y a una edad tan tierna, ahora comprendía que el moreno tuviera esa reacción cada vez que alguien las tocaba. Él mismo había experimentado el resultado pero lo que más le impactaba era saber que esos ojos tan temibles que había visto en los recuerdos de su cocodrilo eran los ojos de su madre, jamás podría imaginarse temiéndole tanto a su propia madre.
Continuo escuchando, todo ello le sorprendía bastante pero no atinaba a formular una respuesta, tampoco deseaba interrumpir al moreno. Sus manos recorrieron la mesa para poder tomar las del mayor, acariciando el dorso de una de ellas con sus pulgares. Cuando Sebastian terminó, la mirada que dirigieron hasta su persona esos profundos ojos carmesí le indicaron que estaba buscando una respuesta, sin embargo decir lo que pensaba en esos momentos no sería nada nuevo ni reconfortante para el otro: Decir que su madre había sido cruel, que la situación con su padre era completamente injusta y demás, eran comentarios que en nada consolarían al dragón, quien había abierto su corazón ante él. Probablemente no sería buena idea pero en esta ocasión permitiría que sus instintos lo guiaran. Llevó una mano hasta el rostro del Mizuchi, deslizándola por el perfil de ese rostro rígido pero atractivo. Sus movimientos fueron lentos, ligeros y llenos de gracia mientras atraía el rostro del moreno hasta el suyo. Sus labios se aproximaron hasta uno de los oídos del otro y así susurrarle suavemente. – No estoy de acuerdo. – Con su mano libre quitó el antifaz tanto suyo como el de su pareja, dando un pequeño tirón. Solo esta vez ignoraría la vergüenza y aun sin mascaras en medio de todas esas personas permitiría que sus labios se unieran a los de su querido dragón de manera intensa y apasionada. Su boca rozó tentativamente la del mayor mientras giraba el rostro para besarle, hasta que finalmente sus intenciones culminaron en acción. Su lengua se introdujo entre los labios de su pareja, frotándose con la otra mientras empujaba la cabeza para hacer el beso un poco más intenso. Sebastian tenía en esos momentos un sabor dulce y un toque sutil de alcohol en la lengua debido a la bebida de hacía un momento.
La joven pantera tomó asiento en la mesa que el mayor había elegido para ambos, cuidando que la bata negra quedase bien posicionada en la silla. No apartó la vista en ningún momento mientras su pareja preparaba las palabras que usaría a continuación. Le fue imposible la sorpresa que le causó la primera revelación, esas cicatrices eran el resultado de un severo maltrato y a una edad tan tierna, ahora comprendía que el moreno tuviera esa reacción cada vez que alguien las tocaba. Él mismo había experimentado el resultado pero lo que más le impactaba era saber que esos ojos tan temibles que había visto en los recuerdos de su cocodrilo eran los ojos de su madre, jamás podría imaginarse temiéndole tanto a su propia madre.
Continuo escuchando, todo ello le sorprendía bastante pero no atinaba a formular una respuesta, tampoco deseaba interrumpir al moreno. Sus manos recorrieron la mesa para poder tomar las del mayor, acariciando el dorso de una de ellas con sus pulgares. Cuando Sebastian terminó, la mirada que dirigieron hasta su persona esos profundos ojos carmesí le indicaron que estaba buscando una respuesta, sin embargo decir lo que pensaba en esos momentos no sería nada nuevo ni reconfortante para el otro: Decir que su madre había sido cruel, que la situación con su padre era completamente injusta y demás, eran comentarios que en nada consolarían al dragón, quien había abierto su corazón ante él. Probablemente no sería buena idea pero en esta ocasión permitiría que sus instintos lo guiaran. Llevó una mano hasta el rostro del Mizuchi, deslizándola por el perfil de ese rostro rígido pero atractivo. Sus movimientos fueron lentos, ligeros y llenos de gracia mientras atraía el rostro del moreno hasta el suyo. Sus labios se aproximaron hasta uno de los oídos del otro y así susurrarle suavemente. – No estoy de acuerdo. – Con su mano libre quitó el antifaz tanto suyo como el de su pareja, dando un pequeño tirón. Solo esta vez ignoraría la vergüenza y aun sin mascaras en medio de todas esas personas permitiría que sus labios se unieran a los de su querido dragón de manera intensa y apasionada. Su boca rozó tentativamente la del mayor mientras giraba el rostro para besarle, hasta que finalmente sus intenciones culminaron en acción. Su lengua se introdujo entre los labios de su pareja, frotándose con la otra mientras empujaba la cabeza para hacer el beso un poco más intenso. Sebastian tenía en esos momentos un sabor dulce y un toque sutil de alcohol en la lengua debido a la bebida de hacía un momento.
Invitado- Invitado
Re: Baile nocturno
Se dejaba conducir, moviéndose grácilmente al compás de la música, en definitiva el oso se ganaba mucho a su favor al demostrarle que le seguía el paso pues no muchos sabían bailar. Estaba algo pensativo en su hermano, pero lo dejó pasar para sonreírle a quien le acompañaba esa noche, no debía de ser tan grosero de ponerlo en segundo plano cuando técnicamente era algo como una "cita"- Creo que tienes razón, mejor conocerlo -concedió con esa sonrisa de lado bastante indefinible, parecía que siempre tramaba algo pero era el efecto de sus ojos dorados y labios delgados.
Se movía algo pegado al cuerpo ajeno, escuchando claramente su suspiro pero sin apartarse ya que no le indicó molestia- ¿Seguro? Bueno, si no te agrada algo puedes decírmelo -dijo directamente, muchos quizás le dieran la vuelta a las cosas pero él apenas estaba conociendo al oso como para saber la manera justa de tratarlo, prefería que él le dijera que le parecía y que no. Notó su cuerpo completamente firme, lo cual no le sorprendió tanto debido a su profesión- Que lástima, te ilumina el rostro -le aconsejó dando una vuelta mientras le jalaba, sonriéndole por la confirmación implícita en el comentario, dejándose llevar por el oso al que parecía haberle agradado bastante la idea por esa manera más animada en que se movía, procurando no quedarse atrás, riendo por lo bajo para dejarse llevar.
Algunas parejas le miraban mientras bailaban, subiendo un poco el orgullo y ego del gato que aparentaba no notarlo, hasta que la pieza terminó y miró la mesa con comida con gesto interesado- Ven, sentémonos un poco, quiero comer algo -dijo tomando su mano para guiarlo y que no se le perdiera entre la multitud. Observó los platos con interés, tomando unos bocadillos en un plato y algo de ponche, sin poder evitar acercarse un poco a olerlos, si el olor no era bueno tampoco el sabor, eso era una regla para él.
Se movía algo pegado al cuerpo ajeno, escuchando claramente su suspiro pero sin apartarse ya que no le indicó molestia- ¿Seguro? Bueno, si no te agrada algo puedes decírmelo -dijo directamente, muchos quizás le dieran la vuelta a las cosas pero él apenas estaba conociendo al oso como para saber la manera justa de tratarlo, prefería que él le dijera que le parecía y que no. Notó su cuerpo completamente firme, lo cual no le sorprendió tanto debido a su profesión- Que lástima, te ilumina el rostro -le aconsejó dando una vuelta mientras le jalaba, sonriéndole por la confirmación implícita en el comentario, dejándose llevar por el oso al que parecía haberle agradado bastante la idea por esa manera más animada en que se movía, procurando no quedarse atrás, riendo por lo bajo para dejarse llevar.
Algunas parejas le miraban mientras bailaban, subiendo un poco el orgullo y ego del gato que aparentaba no notarlo, hasta que la pieza terminó y miró la mesa con comida con gesto interesado- Ven, sentémonos un poco, quiero comer algo -dijo tomando su mano para guiarlo y que no se le perdiera entre la multitud. Observó los platos con interés, tomando unos bocadillos en un plato y algo de ponche, sin poder evitar acercarse un poco a olerlos, si el olor no era bueno tampoco el sabor, eso era una regla para él.
Invitado- Invitado
Re: Baile nocturno
-Claro que si...seguramente estarías preocupado si no le hubieras conocido.- Dijo, moviendose tranquilamente, sin presionar al otro para que le hiciera caso, mayormente porque no se daba cuenta de cuando la mente del menor estaba en otro sitio durante la conversación, aunque se tratara de una cita, donde se supone que el debía ser el primer interés del gato. Se fijó en como sus rasgos le daban un aire de pillo travieso, pensando en si a lo mejor tramaba algo contra el novio de su hermano...a lo mejor era muy celoso y quería quedárselo para si...
-Lo diré...pero no me molesta, de verdad.- Le aseguró, no mentía al decir que se estaba divirtiendo bastante con Eloane, era mejor que pasar la noche en casa. Además, la comida de la fiesta le gustaba y había podido ver que reportaje había funcionado y comenzaba a tener algunas fans, por lo que además había sido provechoso, seguro que su representante estaría contento de saber que le había pedido un autógrafo, aunque esperaba que eso no significara más ruedas de prensa, era algo que le molestaba mucho y prefería evitarlo. -Gracias...- Dijo, sonriendo un poco más, poco acostumbrado a los halagos, feliz con la idea de una salida a un parque de atracciones. Esas eran las cosas que le encantaba hacer, pero que no quería hacer nunca solo, por lo que terminaba por dejarlas. Pero ahora que tenía la oportunidad de visitar uno de los muchos parques de Tokio, la pensaba aprovechar.
Siguió bailando, sin notar las miradas que los seguían, ni los murmullos de la gente que le reconocía y chuchicheaba sobre su compañero, parando cuando hubo una pequeña pausa en la música, dejando que le llevarán de la mano hasta otra mesa con bocadillos y otros platos frios -De acuerdo.- Dijo, sonriendo un poco, cogiendo algunos junto con el menor, mirando curioso como los olía. -¿Estan buenos?- Le preguntó, esperando su veredicto antes de seguir escogiendo comida para su insaciable estómago, moviendo la cola de lobo con lentitud.
-Lo diré...pero no me molesta, de verdad.- Le aseguró, no mentía al decir que se estaba divirtiendo bastante con Eloane, era mejor que pasar la noche en casa. Además, la comida de la fiesta le gustaba y había podido ver que reportaje había funcionado y comenzaba a tener algunas fans, por lo que además había sido provechoso, seguro que su representante estaría contento de saber que le había pedido un autógrafo, aunque esperaba que eso no significara más ruedas de prensa, era algo que le molestaba mucho y prefería evitarlo. -Gracias...- Dijo, sonriendo un poco más, poco acostumbrado a los halagos, feliz con la idea de una salida a un parque de atracciones. Esas eran las cosas que le encantaba hacer, pero que no quería hacer nunca solo, por lo que terminaba por dejarlas. Pero ahora que tenía la oportunidad de visitar uno de los muchos parques de Tokio, la pensaba aprovechar.
Siguió bailando, sin notar las miradas que los seguían, ni los murmullos de la gente que le reconocía y chuchicheaba sobre su compañero, parando cuando hubo una pequeña pausa en la música, dejando que le llevarán de la mano hasta otra mesa con bocadillos y otros platos frios -De acuerdo.- Dijo, sonriendo un poco, cogiendo algunos junto con el menor, mirando curioso como los olía. -¿Estan buenos?- Le preguntó, esperando su veredicto antes de seguir escogiendo comida para su insaciable estómago, moviendo la cola de lobo con lentitud.
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Re: Baile nocturno
Simplemente quería saber lo que el menor opinaba de su situación, no quería un abrazo para consolarle mucho memos palabras pues nada servía para cambiar su pasado, sólo quería que Hyou supiese de su pasado, él lo merecía pues hacía tiempo el moreno le había mostrado a él su pasado doloroso con uno de sus maestros, cuando dijo aquellas palabras no alcanzó a comprender sobre lo que el chico le hablaba pero cuando se acercó y le quitó el antifaz para que sus labios se unieran después sintió que a pesar de todos los recuerdos horribles que su memoria guardaba, ese momento, estando a lado de la persona que tanto amaba hacía que el rencor en su cuerpo se fuese disminuyendo.
Junto sus labios con los de la pantera y cerró los ojos impulsándose también para corresponder el beso, ambos labios se unieron con pasión mientras las lenguas se brindaban el amor que ambos cuerpos profesaban, Sebastian sentía que era como llorar sobre el hombro de Hyou pero su cuerpo... mejor dicho su alma no le permitía llorar, su madre se había encargado de secar toda lágrima en sus ojos...
Tomó a Hyou de la cintura y se alejó de los labios para luego besar su cuello bajando a su clavícula.- Te amo...- Susurro sobre esa suave piel tan hermosa. Nuevamente subió al rostro del nekomata y se encargó de repartir suaves y delicados besos en el rostro de Hyou. Sentía su respiración agitarse, era como si su cuerpo se estuviese desintoxicando liberando un gran peso que llevaba en su espalda pues a nadie le había hablado de ello, Kimijo lo tuvo que descubrir por su cuenta así que nadie además de Hyou sabía sobre el pasado de Sebastian contado de su propia boca.
Aún faltaba otro hecho, uno tan oscuro como el negro en el cabello de Hyou, pero su misma consciencia dudaba de contárselo al chico, no sabía cual sería la reacción de la joven pantera al descubrirlo, sentía que saldría corriendo de ahí a penas terminara de narrar aquel suceso en su vida así que decidió callar.
Junto sus labios con los de la pantera y cerró los ojos impulsándose también para corresponder el beso, ambos labios se unieron con pasión mientras las lenguas se brindaban el amor que ambos cuerpos profesaban, Sebastian sentía que era como llorar sobre el hombro de Hyou pero su cuerpo... mejor dicho su alma no le permitía llorar, su madre se había encargado de secar toda lágrima en sus ojos...
Tomó a Hyou de la cintura y se alejó de los labios para luego besar su cuello bajando a su clavícula.- Te amo...- Susurro sobre esa suave piel tan hermosa. Nuevamente subió al rostro del nekomata y se encargó de repartir suaves y delicados besos en el rostro de Hyou. Sentía su respiración agitarse, era como si su cuerpo se estuviese desintoxicando liberando un gran peso que llevaba en su espalda pues a nadie le había hablado de ello, Kimijo lo tuvo que descubrir por su cuenta así que nadie además de Hyou sabía sobre el pasado de Sebastian contado de su propia boca.
Aún faltaba otro hecho, uno tan oscuro como el negro en el cabello de Hyou, pero su misma consciencia dudaba de contárselo al chico, no sabía cual sería la reacción de la joven pantera al descubrirlo, sentía que saldría corriendo de ahí a penas terminara de narrar aquel suceso en su vida así que decidió callar.
Invitado- Invitado
Re: Baile nocturno
El sonrojo en sus mejillas se mostró difundido cuando el moreno decidió alejarse de sus labios y comenzar con ese recorrido sobre la piel de su cuello. Era algo que al menor lo enloquecía, sentir los labios del moreno y su cálida saliva impregnando aquella sensible dermis e incluso la acción de sus blancos dientes mordisquearle de vez en cuando, como una muestra más fiera de su pasión. Esas palabras dulces hacían doler su corazón, pero era un agradable dolor que lo dejaba sentirse vivo en plenitud. Entendía perfectamente lo que el Mizuchi estaba haciendo en esos momentos, así que le permitió desahogarse en su cuerpo. Jamás había visto llorar a Sebastian, después de conocer su pasado dudaba mucho que aún quedaran algunas lagrimas para derramar, y podía comprender el porqué de esa actitud tan fría y defensiva, una persona que hubiera sufrido tanto en su etapa más inocente sin duda tendría que desarrollar alguna especie de escudo para que su corazón no se quebrara.
Sonrió, pues los labios del dragón cubriendo cada rincón de su rostro le provocaban cosquillas. La pantera finalizó con toda esa lluvia de besos uniendo sus labios con los del moreno en un beso que no llegó a ser muy intenso pero tampoco podría catalogarse como inocente. – Debes llevarme a casa después de esto. – Le recordó, pues si continuaban de esa manera terminarían dejándose a las bajas pasiones. Guardó silencio por un momento, observando el rostro de su amado con un brillo especial en su mirada, estaba realmente enamorado de ese cocodrilo y no podía observarlo sin sentir que su corazón palpitaba aceleradamente y el pecho se le llenaba de adrenalina. – Te amo, Sebastian… Sin importar lo que haya ocurrido en tu pasado. – Hyou estaba en su presente y podría decir que lo conocía mucho mejor que el resto del mundo que juzgándolo por su apariencia lo veían como una persona cruel o un objeto de deseo. Podía serlo, si, pero había mucho más que eso, un gran corazón que el mayor había decidido mostrar y entregarle a ese joven felino que ahora podía llamar su pareja.
Bebió un poco de ponche, provocando que sus mejillas volvieran a enrojecer por el repentino golpe del alcohol, no contenía mucho pero siendo una bebida dulce le pareció un poco fuerte. – No creo que deba beber esto… la ultima vez no pude levantarme, me dolía horrible la cabeza. – Comentó recordando el fatídico día en que había decidido alejarse de su querido cocodrilo y había terminado deambulando por las calles de Tokio y bebiendo con unos compañeros de la escuela.
Sonrió, pues los labios del dragón cubriendo cada rincón de su rostro le provocaban cosquillas. La pantera finalizó con toda esa lluvia de besos uniendo sus labios con los del moreno en un beso que no llegó a ser muy intenso pero tampoco podría catalogarse como inocente. – Debes llevarme a casa después de esto. – Le recordó, pues si continuaban de esa manera terminarían dejándose a las bajas pasiones. Guardó silencio por un momento, observando el rostro de su amado con un brillo especial en su mirada, estaba realmente enamorado de ese cocodrilo y no podía observarlo sin sentir que su corazón palpitaba aceleradamente y el pecho se le llenaba de adrenalina. – Te amo, Sebastian… Sin importar lo que haya ocurrido en tu pasado. – Hyou estaba en su presente y podría decir que lo conocía mucho mejor que el resto del mundo que juzgándolo por su apariencia lo veían como una persona cruel o un objeto de deseo. Podía serlo, si, pero había mucho más que eso, un gran corazón que el mayor había decidido mostrar y entregarle a ese joven felino que ahora podía llamar su pareja.
Bebió un poco de ponche, provocando que sus mejillas volvieran a enrojecer por el repentino golpe del alcohol, no contenía mucho pero siendo una bebida dulce le pareció un poco fuerte. – No creo que deba beber esto… la ultima vez no pude levantarme, me dolía horrible la cabeza. – Comentó recordando el fatídico día en que había decidido alejarse de su querido cocodrilo y había terminado deambulando por las calles de Tokio y bebiendo con unos compañeros de la escuela.
Invitado- Invitado
Re: Baile nocturno
Le agradó verlo sonreir, sus facciones cambiaban mucho con cada expresión de felicidad asi que silenciosamente se propuso que estuviera de ese humor simpre que pudiera. Siguió el camino mientras seleccionaba que comeria, algunos sandwiches, pequeñas empanadas y demás, despues de haber pasado su prueba del olfato- Tienen buen aroma y aspecto, asi que lo comeré -respondió tomando un poco más ya que a pesar de su envidiable figura era de buen comer, por lo que solo esperó a que el oso tambien tomara comida mientras buscaba una mesa detectando una y llevando al oso hasta una un poco retirada de las demás, sentandose y mirando todo con gula probando un emparedado con gesto de gusto por el hambre aplazada al darle preferencia a arreglarse.
Con algo mas de tranquilidad puso toda su atención en su acompañante- Es la primera vez que no asisto solo como fotógrafo -le comentó mirando a la gente disfrazada con gesto crítico, pensando en todas las tomas que estaria haciendo riendo al darse cuenta de ello, en ocasiones le era dificil separar su trabajo de su vida- creo que mi trabajo me comerá -le exteriorizó llevandose algo mas de comida a la boca, comiendo con una tranquilidad que llamaba la atención, disfrutando de cada bocado.
Con algo mas de tranquilidad puso toda su atención en su acompañante- Es la primera vez que no asisto solo como fotógrafo -le comentó mirando a la gente disfrazada con gesto crítico, pensando en todas las tomas que estaria haciendo riendo al darse cuenta de ello, en ocasiones le era dificil separar su trabajo de su vida- creo que mi trabajo me comerá -le exteriorizó llevandose algo mas de comida a la boca, comiendo con una tranquilidad que llamaba la atención, disfrutando de cada bocado.
Invitado- Invitado
Re: Baile nocturno
Asintió un poco cuando el fotografo dió su visto bueno a la comida, cargándo su bandeja con un poco de todo, desde los sandwichs a las empanadas, lamiendose un poco los labios con hambre. No había cenado aún y para su enorme cuerpo, los dulces que había comido antes no llegaban para alimentarlo y su estómago comenzaba a quejarse por la falta de comida. Mientras llenaba sus platos, el menor buscó un lugar donde sentarse, con él detrás suyo cargando la bandeja llena hasta arriba, sentandose enfrente suyo comenzando a comer al momento, devorando un sandwich de un par de mordiscos casi al instante, aunque sin engullir salvajemente, masticando de forma tranquila y educada las amplias porciones, sonriendo para sus adentros mientras se llenaba de la deliciosa comida.
-Ah..yo es la primera vez que vengo...- Dijo, mirándole por encima mientras seguía comiendo con apetito, llevándose un bocado tras otro a la boca, siguiéndo su mirada curioso, sin saber muy bien que buscaba entre toda la gente disfrazada del baile, devolviendole su atención al oír el comentario. -Supongo que ocurre con todo....yo también tengo que estar trabajando casi siempre...- Sus combates solían ser más o menos semanales, pero no quitaba que tuviera que vigilar su dieta, su peso, estar siempre haciendo ejercicio, etc..., aunque no lo llevaba mal, ya que le gustaba mucho hacer deporte. De hecho, pensar en que no tardarían mucho en colocar una pista de hielo en el centro de la ciudad le impacientaba un poco para poder relajarse prácticando el patinaje sobre hielo. -Seguro que siempre estas pensando en que podrías hacer si estuvieras en el trabajo...- Aventuró, riendo un poco mientras se comía un trozo de empanada.
-Ah..yo es la primera vez que vengo...- Dijo, mirándole por encima mientras seguía comiendo con apetito, llevándose un bocado tras otro a la boca, siguiéndo su mirada curioso, sin saber muy bien que buscaba entre toda la gente disfrazada del baile, devolviendole su atención al oír el comentario. -Supongo que ocurre con todo....yo también tengo que estar trabajando casi siempre...- Sus combates solían ser más o menos semanales, pero no quitaba que tuviera que vigilar su dieta, su peso, estar siempre haciendo ejercicio, etc..., aunque no lo llevaba mal, ya que le gustaba mucho hacer deporte. De hecho, pensar en que no tardarían mucho en colocar una pista de hielo en el centro de la ciudad le impacientaba un poco para poder relajarse prácticando el patinaje sobre hielo. -Seguro que siempre estas pensando en que podrías hacer si estuvieras en el trabajo...- Aventuró, riendo un poco mientras se comía un trozo de empanada.
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Lun 28 Oct - 22:39 por Arlex piket
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Jue 19 Sep - 22:52 por yuujiro Tanaka
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