Yamamoto Renji ID

por **Yamamoto Renji** Dom 24 Feb - 12:50

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Nombre: Renji.
Apellido: Yamamoto.
Nacionalidad: Nipón-Finlandés.
Edad: 26 años.
¿Qué eres, uke, suke o seme?: Suke con tendencias Seme.
¿Humano o Madararui?: Madararui.
¿Qué clase?: Inujinnin, Lobo Gris Gigante.
¿Que tipo de semilla eres? Pesada.
Descripción Fisica: Los antepasados finlandeses influyen ampliamente en el físico de Renji, especialmente en su liso cabello que siempre lleva recogido en una coleta y que es de un peculiar color gris, casi podría decirse que plateado, así como en sus ojos de un verde desvaído que no hace más que resaltar ese aspecto níveo que tiene con el conjunto de piel-cabello-ojos.
Extremadamente alto para su ascendencia nipona, llegando al metro noventa y dos de altura, posee un cuerpo que curiosamente no es débil como se supondría en alguien nipón y con semejante talla; su cuerpo está más que curtido, fibroso y musculoso sin llegar a hacerlo un armario, podría decirse que Renji tiene el cuerpo de un atleta o un luchador de artes marciales, atractivo, fuerte y al mismo tiempo discreto.
Tiene la piel pálida de un finlandés, y su rostro normalmente inexpresivo, serio o malhumorado concuerda con su cuerpo, viril y atractivo, pero rudo al mismo tiempo, por mucho que en ciertas ocasiones pueda demostrar tanta ternura como su profunda voz.
Tiene tatuada una estrella de cinco puntas en su pectoral derecho, recuerdo de sus "tiempos rebeldes".
Normalmente viste con cierto descuido, pero con un estilo despreocupado que lo favorece mucho, dándole la apariencia de "chico malo" que suele volver loca a la gente. Suele llevar chaquetas de cuero de motorista y pantalones a juego, bajo la cual lleva alguna camiseta de mangas cortas blanca cuando no va a dar clases, para ir allí va un poco más "presentable", de vaqueros grises y camisetas de mangas largas (que suele reducir de tamaño para que no le molesten) de un color similar.

Tiene genes directos del extinto Lobo Gigante, por lo que aunque pertenezca al común género de los Lobos Grises, tanto su tamaño como su fuerza y su peso superan ampliamente a sus camaradas lupinos.
Casi tan grande como un potro de unos cuantos meses, pesando sus buenos noventa kilos, este monstruo peludo no suele aparecer casi nunca, ya que las únicas veces que lo hace es cuando Renji visita por algún motivo el campo y puede relajarse a gusto en su verdadera forma sin que nadie lo moleste.
Descripción Psicológica: La psique de Renji puede parecer simple, pero en realidad consta de una serie de "capas" que nadie ha logrado distinguir nunca en él.
Por una parte, está el tipo rudo que siempre muestra ser, enojándose estruendosa y terroríficamente con sus alumnos cuando no hacen las tareas que les envía, cuando interrumpen la clase o cosas así; también muestra una parte educada pero seria y profesional con sus colegas de profesión, nunca habiendo encontrado un motivo para relacionarse de forma "ociosa" con ellos fuera del trabajo; muy pocos de sus alumnos han encontrado en él un gran soporte y ayuda, chicos con problemas que, con temor, le pidieron consejo, llegando a encontrarse con alguien extremadamente maduro, calmo, comprensivo y sabio que los ha ayudado, aconsejado y atendido con paciencia y sin esperar nada a cambio; y por último, pero no por ello menos importante, Renji posee un carácter propio para su ámbito privado, donde parece desaparecer toda esa tensión que parece guardar en su interior esté donde esté y con quién esté, mostrando a una persona más relajada e incluso cariñosa... una faceta que sus tres gatitos conocen muy bien, puesto que fue, entre otras cosas, la que llevó al adusto profesor a rescatar a los indefensos animalitos de la calle cuando se los encontró... y es que, como con sus alumnos, no puede evitar ayudar a aquellos que están en apuros... y aún por encima los gatitos son su debilidad, no puede resistirse a ellos de ninguna forma. Posee un lado muy sobreprotector con todos aquellos que le importan, que no son pocos (aunque no lo demuestre), y es muy amable, aunque suela disfrazar dicha amabilidad de malhumor, por no hablar de que es muy sensible, y muy posiblemente su rudeza únicamente disfrace lo mucho que le ha afectado un insulto o algo parecido, por supuesto dicho con la seriedad suficiente para que no decida desestimarlo y soltar un gruñido.
Gustos: - La tranquilidad de su hogar.
- Los gatos lo vuelven loco de amor.
- Ayudar a la gente.
- Ejercitar su cuerpo para mantenerse tan fuerte y hábil como ahora.
- Los días fríos, hacen que su espíritu de lobo se alegre.
- La lectura; puede tener pinta de tipo duro, pero es extremadamente cultivado.
- Cocinar, ahí donde se le ve es un experto cocinero.
- Dormir junto a sus gatitos.
- Dar clases, ama su profesión, aunque con su actitud no parezca demostrarlo.
- Conducir su moto, ir a tanta velocidad suple el no poder adoptar su forma real para correr y sentir el viento en la cara.
- Las películas en blanco y negro antiguas; es un amante de los clásicos.
- El jazz, el heavy y el rock.
- La naturaleza; ir a la casa de sus abuelos en las afueras de Tokyo.
- La literatura moderna.
Disgustos: - Sus alumnos retardados o tocanarices cuando no hacen las tareas o intentan boicotear su clase.
- Los alumnos a los que les da clase por primera vez... no lo conocen bien aún, y eso es una molestia.
- Que de alguna manera perturben la tranquilidad de su casa.
- Que algún desgraciado ose tocar un pelo de sus amados gatitos... no se haría cargo de sus actos.
- Las injusticias; la gente que abusa de los más débiles, no suele tener piedad alguna de ellos.
- No poder hacer algo para ayudar a alguien que está en apuros.
- El calor excesivo; le da sueño y hace que esté demasiado vago, no le gusta nada (por la contra a sus vecinos les encanta, ya que esos días suele ir en ropa interior por su patio y demás...).
- Que lo molesten mientras duerme, lee o está concentrado en realizar algún trabajo en general.
- Las comedias americanas modernas, le dan urticaria.
- La música tecno o moderna en general que se salga de los géneros que le gustan.
- Que siga habiendo profesores de su asignatura que aún crean en que la literatura clásica puede interesar lo más mínimo a los alumnos.
Historia: La vida de Renji ha dado muchas vueltas, y poca gente le creería si se la explicase al completo... con la despreocupación que es capaz de fingir al contarla a las pocas personas a las que lo ha acabado haciendo.
Con antepasados americanos, de ahí su herencia del Lobo Gigante, Renji nació de la unión de un lobo japonés y una loba gris de Finlandia en el país de ella, al que su padre había emigrado por motivos de trabajo, puesto que era comercial de una importante multinacional de la que la mujer resultó ser, curiosamente, una importante directiva.
No pudiendo creer su suerte, el muchacho se casó con la brillante joven y tuvieron un hijo que heredó las mejores cualidades de ambos... además del terrible malhumor de su abuelo por parte materna, residente junto a su esposa en Japón.
Los primeros años de su vida fue relativamente feliz, aunque la tutela lejana de su abuelo hiciese que ya desde pequeño tuviese que recibir lecciones de artes marciales en Finlandia, así como que tuviese que aplicarse en sus estudios para ser un alumno sobresaliente en todos los campos... todo por el bien del nombre de la familia finlandesa de la que Renji no llegó a recibir el apellido por empeño de su padre.
No fue hasta que cumplió once años que aprendió que todo aquello no tenía ningún sentido si no era feliz... después de todo la vida era tan efímera...
Sus padres murieron ese mismo año en un accidente de avión cuando viajaban a Japón para visitar al principal accionista de la multinacional: su abuelo, el que tras aquella tragedia decidió ocuparse personalmente de la educación del cada vez más rebelde muchachito en Japón, en la mansión a las afueras de Tokyo que el hombre se había agenciado.
A pesar de la pérdida, Renji supo recomponerse adecuadamente, después de todo debido a sus múltiples tareas nunca había tenido demasiado contacto con sus también ocupados progenitores, pero con aquella mentalidad distinta a la que había tenido todo aquel tiempo, el muchacho decidió empezar a hacer lo que quería, y no lo que otros querían que hiciese.
A pesar de seguir sacando excelentes notas en asignaturas de literatura que le encantaban, comenzó a bajar sus calificaciones en otras que no le gustaban tanto, también dejando de lado actividades extraescolares que no le interesaban para nada como tocar el piano o aprender solfeo, tonterías así ni siquiera su rígido abuelo pudo convencerlo de retomar.
Fue por aquella época, tras haber pasado el tiempo y ya con dieciocho años, cuando Renji tomó la decisión que lo alejó totalmente del camino que había trazado su abuelo... y de su propio abuelo.
Se independizó y se mudó por su propia cuenta a Tokyo, con su increíble capacidad ingresando con facilidad en la Universidad de Waseda, una de las tres mejores de Japón, y trabajando al tiempo que estudiaba. Comenzó a prepararse para ser profesor de secundaria, graduándose con honores al tiempo que, para mantenerse, tenía tres trabajos a tiempo parcial.
Así, casi después de cuatro años sin recibir noticia alguna de su abuelo y en el momento en el que le dieron una plaza fija en una de las secundarias más prestigiosas del país, supo por una carta de su abuela que el hombre había fallecido, legándole la empresa a uno de sus sobrinos más lejanos, respetando el deseo de Renji a pesar de todo lo que se opuso en principio.
Habiendo llevado una vida tan intensa, y aún llevándola, Renji hizo una parada para ir a presentarle sus respetos a aquel anciano que, a pesar de todos sus defectos, le había señalado lo que debía hacer tras la muerte de sus padres, aunque fuese de la manera incorrecta... y recibió su parte de la herencia, que resultó ser una ingente cantidad de dinero que inmediatamente guardó para casos de emergencia... además de la mansión a las afueras de la ciudad. Su abuela se la cedió encantada, buscando ir a otro lugar donde la inundasen menos los recuerdos, y nuevamente Renji estuvo en deuda con el anciano por proporcionarle un lugar tan agradable en el que soltar a su "verdadero yo" de vez en cuando... cuando el agobio de su vida en la ciudad fuese demasiado y tuviese que ir a desahogarse...
Anexos: No es un fumador activo, pero de vez en cuando se fuma algún que otro pitillo, cuando está muy estresado, quizá, aunque evita hacerlo la mayor parte del tiempo para no meterse de lleno en esa adicción.
Siempre lleva un colgante al cuello, recuerdo de sus padres.
Es extremadamente astuto, y en cuanto a bromas de los alumnos es tan experimentado que hasta el momento nadie ha conseguido tomarle revancha por ninguno de sus peculiares "métodos de enseñanza".
Nunca ha tenido tiempo de tener relación sentimental alguna, apenas teniendo esporádicos encuentros sexuales con mujeres y hombres durante su época de estudiante, nunca importándole si fuesen de un sexo u otro y siempre siendo el activo en la relación.
No usa colonia de ninguna clase, pero de manera natural desprende un aroma entre atrayente y excitante, casi almizcleño, que en situaciones normales lo hace agradable al olfato y en situaciones subidas de tono aumenta de manera más que morbosa.
Tiene conocimientos de casi todas las artes marciales japonesas.
Imagen:
Spoiler:
De donde viene tu personaje: Anime/Videojuego/Manga: Katekyo Hitman Reborn!
Nombre Real del personaje: Gokudera Hayato.

“Si te violo y me dejas es que eres mío así que cállate y abre las piernas.”

por **Haruka** Dom 24 Feb - 17:05

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