Daniel L. Murdock

por **Daniel Murdock** Vie 1 Feb - 19:10

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Nombre: Daniel Lee
Apellido: Murdock
Nacionalidad: Americana
Edad: 19 años
¿Qué eres, uke, suke o seme?: Suke
¿Clase? ¿Humano o Madararui?: Humano
¿Qué clase, si eres Madararui?: -
¿Que tipo de semilla eres? Ligera
Descripción Fisica: Muchacho caucásico de 1.75 mts, pesando 64 kilos. Apariencia delicada visto de lejos, pero es algo mucho más firme y musculado, su espalda ya está desarrollada y un poco más ancha que de cuando más joven, de proporciones agradables a la vista, como se dijo, espalda algo más ancha, caderas estrechas, piernas torneadas, brazos largos, sus músculos firmes y a la vista de una manera suave pero tangente.

Si se detienen en su rostro, éste es armonioso y atractivo aunque siempre muestra un semblante un poco serio que no le hace justicia a su verdadero potencial cuando sonríe. Ojos grandes de un color caoba intenso, que parecen ser rojos cuando le da la luz, nariz pequeña y respingada, boca más o menos grande acompañada de unos labios delgados aunque apetecibles.

Unos cuantos tatuajes adornan su cuerpo aunque los tapa lo mejor que puede estando con sus padres. Tiene dos: un dragón enfurecido en el omóplato izquierdo y una flor de loto abierta en el omóplato derecho, representando la ambiguedad en su carácter a veces impuesta.
Descripción Psicológica: Su crianza le hizo tomar una personalidad que no iba para nada con él, tener que ser tan sumiso con las órdenes que se daban en casa, acatarlas a la perfección, de donde sacó una obsesión a hacer todo totalmente bien, debía estar a los mayores niveles que su padre quería, lo presionaba más allá de sus límites lo que dejó a un joven mucho más cansado con la vida de lo que debía estar un niño.

Se le trataba como un adulto desde temprana edad por lo que maduró mucho más rápido que sus compañeros de clase y también estaba el trabajo de su padre, un militar que iba cambiando de país tan rápido como lo hacía de calcetines, esto lo hizo desarrollarse como alguien solitario, un poco inseguro para hacer amigos por el miedo a encariñarse y tener que alejarse de ellos.

Ahora que tiene un poco más de experiencias en su haber, ahora que es un poco más cercano a ser adulto le revienta que su padre quiera controlar su vida como si fuera uno de sus reclutas, resiente de haber siquiera nacido en ese núcleo familiar, aunque admite que de su constante "entrenamiento" con ese Sargento ahora es disciplinado en lo que se propone, se concentra como todo un profesional en lo que le interesa y generalmente tiene éxito en lo que hace por la seguridad que tiene de hacer las cosas... Pero hasta ahí está lo bueno. Ahora es un poco rebelde, no hace todo lo que su padre manda pero en las cosas importantes todavía le hace caso, aunque se desquita por otra parte haciendo cosas más o menos ilegales o anarquistas como diría el Sargento. Es mucho más social ahora pero todavía le cuesta hacer conocidos. Más coqueto, más despierto, más resuelto a querer hacer cosas a su manera y por sus medios, sean buenos o malos los resultados.
Gustos:
Le gusta viajar, explorar el lugar y llevarse souveniers de donde ha estado.
La música melodiosa, o que encuentra interesante, no tiene gustos muy definidos ni grupos favoritos, solo las canciones le gustan.
Le gusta escribir historias, generalmente fantásticas y con un leve matiz homosexual en ellas.
Por más raro que parezca, le gusta ir al dentista.
Los tatuajes le piran, y por ellos trata de dibujar, aunque no es muy bueno en ello.
Le gusta también el otoño, los colores que vienen con esta estación y los cambios climáticos que esta conlleva.
Disgustos:
Detesta todo lo amargo, trata de no comer ni beber nada así.
Odia ir al médico, aunque se esté muriendo trata de no ir.
Los climas extremos, ni mucho calor que se sofoque, ni tanto frío que no pueda sentir sus dedos.
Su padre y sus ordenes.
Todo lo que tenga que ver con los militares.
No le gusta mucho el acatar las ordenes de alguien que no trata de ganarse su respeto y cree que lo tiene dominado completamente.
Historia: ¡Cómo odiaba tener que irse! De nuevo se mudaban por ordenes de más arriba. Claro, tenía que haber sido hijo de un Sargento que a todo decía que sí si era por "el bien del país"... ¡Un puto país que no veía desde hacía exactamente 12 años y 7 meses!

Esos habían sido los años en los que la familia Murdock estaba lejos de su hogar, aunque ya no pudieran decirle así, habían tenido tantos con el pasar del tiempo que incluso Daniel no sabía si realmente había nacido en Estados Unidos o en el primer país extranjero al que llegó, España. Estuvieron allí 4 años, y cuando el pequeño cumplió los 5 años volvieron a cambiar de rumbo para ir a Rusia, otros 4 años y viajaron a Francia... 12 años y 7 meses en no saber cómo era tu país, de tener que encajar a medias en un país que te veía como el enemigo, tener que aprender rápido el idioma para poder aprender todo lo demás y luego mudarte... Daniel no tenía más identidad que el que le daba su padre y su madre... Aquella señora era la única que hablaba de Estados Unidos con cierta nostalgia, era de Texas, su padre había servido ahí por un tiempo, el justo para que ella se enamorara y se fuera a Washington con él y empezaran la travesía cuando tuvieron a su primer y único hijo.

Los años pasaron, Daniel seguía siendo un solitario bicho raro que apenas sonreía y estudiaba demasiado, no lo clasificaban de nerd, pero sí de "freaky", su apodo en cada país que visitaba. Ya tenía 17... un chico bien portado pero que ya estaba llegando a su límite, solo estaba esperando a terminar la escuela para poder fugarse con la pequeña cantidad de dinero que había alcanzado a ahorrar, quería quedarse en Alemania, de ahí podía visitar toda Europa y también, con su saber en idiomas podría encontrar algún empleo, aunque tuviera que estar de inmigrante ilegal, no importaba.

Una nueva noticia... Cuando ya se había decidido, su padre llegó a su habitación y le dijo brevemente que empacara sus cosas... Se irían a Japón. Lo pensó, pensó en gritarle que ya no quería viajar más aunque le encantara, quería hacer un hogar donde él quisiera, pero Japón... Siempre había pensado que era un país prometedor, lleno de historia y leyendas... De gente creativa y por lo que había visto en la internet tan "freakys" como él mismo... Demonios.

Lo último que vio de Alemania eran los frondosos bosques y algunos bloques de edificios mientras se despedía en pensamientos de su sueño roto por una curiosidad que solo le traería más amargura que saciedad, o eso pensaba.

Ya van dos años en esa ciudad, dos años en ese país y todo de alguna manera iba un tanto mejor, todavía no tenía amigos, pero podía decir que su rutina no era tan solitaria, había tanta gente que no se sentía un bicho en medio de la nada, de repente había más gente a su alrededor que tenía los mismos pensamientos que él y lo podía notar, su madre trataba de ayudarlo, su padre volvía a ejercer poder sobre él y ahora en su primer año de universidad a hecho que Daniel ingrese a una carrera que no desea pero que es capaz de llevar adelante tan solo por su inteligencia, y su obsesión por ser perfecto.
Anexos: Es ambidiestro pero nació siendo zurdo. Su padre no sabe sobre los tatuajes, si lo hiciera, lo echaría de casa. Estudia ingeniería informática solo porque su padre quiere... él realmente no está muy interesado en aquellos rumbos, pero una vez más, si no lo hace, está solo.
De donde viene tu personaje: Anime/Videojuego/Manga: Nico Nico Singer
Nombre Real del personaje: Fukuwa

por **Lan Ming** Vie 1 Feb - 19:31

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Daniel L. Murdock

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